El dolor de rodilla puede ser causado por una lesión o por una enfermedad. Los síntomas de un problema de rodilla dependen de esto.

Un mito común sobre el dolor de rodilla es que siempre es resultado de una lesión anterior, ya sea por deportes, traumatismo o tensión repetitiva.

La realidad es que algunos tipos de dolor de rodilla son producto de enfermedades genéticas que han causado un desgaste acelerado del cartílago.

Si tienes una lesión y tu rodilla se hincha, necesitas ver a un profesional de la salud (médico o fisioterapeuta). Incluso si la hinchazón desaparece, es necesario una examinación. Es posible que se haya lesionado algo dentro de la articulación.

Si tienes dolor de artritis y los días malos son más que los días buenos, debes consultar a un especialista. La atención oportuna es el mejor camino a la recuperación completa.

Las pruebas de diagnóstico de un problema de rodilla incluyen radiografías, tomografía axial computarizada, gammagrafía ósea, resonancia magnética, artroscopía, aspiración articular (artrocentesis) y biopsia.

El tratamiento de cualquier problema de rodilla depende del tipo de lesión o enfermedad que se haya diagnosticado.

El tratamiento del dolor de rodilla puede incluir medicamentos o infiltraciones articulares de corticosteroides o de ácido hialurónico. Las infiltraciones son inyecciones que se aplica directamente en la articulación.

En casos severos de dolor de rodilla, puede ser necesaria una cirugía. Existen diversos procedimientos, como limpieza quirúrgica, artroscopía y reemplazo de rodilla (prótesis)